En noviembre de 1969 entro a formar parte del equipo comercial (promotor de ventas) Rogelio Santos Nogales, y posteriormente en diciembre entro Jaime Aleu.
(Indicar que fui contratado luciendo una large melena y una amplia barba, que despues me arreglé como sale en la foto, realizada en el transcurso de la cena de Navidad que Viajes Llos Pagés ofrecia a los proveedores, y en esta ocasión me toco ir a mi, quizás porqué era el novato, despues de la cena me quite la barba, daba la nota ante un público que ni se permitia el uso del bigote)
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Fue un crecimiento impulsado por Bernardino Cifani que de Gerente Comercial en Italia fue nombrado Gerente General en España, revolucionando la compañía hasta entonces comandada por otras responsables "excesivamente cautos". Con su llegada se decidió abrir delegación en Galicia, en la ciudad de Vigo y se nombro Delegado a Juan Garcia Clamart, hasta entonces promotor en Barcelona y de aquí nuestra incorporación.
En aquella época el número de agencias a visitar era bastante limitado, en Barcelona ciudad no llegaba a las 70 y cuando realizábamos viajes por las zonas completábamos el día haciendo Terrassa y Sabadell o Sabadell y Cerdanyola, pero siempre con cierta tranquilidad ya que estas localidades siempre éramos muy bien recibidos.
El completar el mes cubriendo la zona más las agencias de Barcelona no era tarea fácil ya que nos sobraba muchísimo tiempo, y no era cosa de visitar algunas agencias varias veces al mes.
Pero la venta era difícil, yo siempre cuento que avanzado el mes de diciembre, aún no había conseguido una venta, por lo que el jefe empezaba a tener dudas de mi fichaje.
Por fin en Viajes Marthe, Pascual Valls me dijo que tenía un cliente que quería regresar a Montevideo, y el cielo se abrió. Quedamos por la tarda a última hora para hablar con el cliente. La tarde se convirtió en noche mientras nos tomábamos algunos cubatas en el bar Lemans, junto a la agencia, por fin a altas horas el pasajero se decidió y dejo su depósito a la agencia.
Al día siguiente al realizar la reserva le pusimos junto al nombre 4 estrellas. Las estrellas no eran para indicar su grado de VIP, lo usábamos porque eran frecuentes los secuestros de aviones, y una norma interna decía que si había algún indicio se indicada con una estrella, dos para casos más evidentes, y tres para indicios muy claros, y era que Buenavida Rauson estaba vendiendo de forma urgente todos sus bienes y salida disparado hacia Uruguay, y tras las horas pasadas la noche anterior, dejaba muchas dudas.
Aquella navidad, la primera que organizaba el Dr. Cifani, recién incorporado a la Gerencia de España, se organizo una cena en Madrid con todos los empleados de la compañía. Todo el staff de Barcelona salió a mediodía, excepto Juan, su esposa, mi esposa y yo que lo haríamos tras cerrar la oficina. No lo conseguimos, todos los vuelos salían completos y no hubo manera de hacer un espacio para cuatro pobres frees, además en aquella época nuestros contactos en el aeropuerto eran nulos, por lo que nuestra cena fue en un restaurante de la entonces Infanta Carlota, mientras nuestros colegas lo celebraban en Madrid.
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