1974


Este fue un año especial, del 14 al 23 de mayo se celebro la feria ESPAÑA 74 en la ciudad brasileña de Sao Paulo.

La empresa, como después se demostraría acerto plenamente al determinar que las personas que deberían estar en el evento debían ser el equipo de España, ya que los expositores serian españoles.

Los que no estuvieron acertados fueron el grupo de agencias españolas encargadas del evento, al que tan sólo desplazaron a una persona y de reciente incorporación en le empresa, aunque años después también se demostró que era y es un crack, y me refiero a José Luis Laborda.

Aligué monto una reunión, donde se montaron dos equipos de trabajo, que estaríamos repartidos en dos turnos, a fin de soportar la atención a los expositores durante la feria, marcándonos una serie de atenciones hacia ellos, que se demostró nuestra pericia y experiencia al montar “shows”.

Se me encargo ser el responsable del primer grupo, y hacia allí con Iberia con un billete de servicio, a fin de dejar libres las plazas en nuestro vuelo para venderlas, nos dirigimos hacia Sao Paulo.

Nos alojamos en el Hotel Planalto, propiedad de la cadena Tropical de Hoteis, un hotel aunque sin lujos, era cómodo y muy bien ubicado.

La Delegación de Sao Paulo al mando de Leoncio Helou, nos puso un equipo de apoyo, además de disponer de un grupo de comisarios para servir bebidas a los visitantes a nuestro stand.

Solo llegar me desplace el Pavilhão de Exposições do Anhembi donde celebraría la exposición, al llegar allí, casi me coge un infarto, la feria que seria inaugurada al día siguiente, aún estaban desmontando la feria anterior, y donde debía estar nuestro stand teníamos una máquina de tren.

Decidimos que al día siguiente ya se veria y nos fuimos hacia el hotel a preparar el plan, allí estaba Aligue y le informamos, y se quedo, lógicamente de piedra.

Pero al día siguiente al llegar a la Feria, todo estaba en orden, bueno como en todas las ferias, acabando de pintar mientras el Ministro de turno va detrás inaugurando la feria.

Nuestro stand era austero, pero práctico con una amplia sala de atención con todos los equipos necesarios, y que había en la época, una amplia sala de estar y una cocina para preparar los refrescos y cafés.

Nuestro éxito fue que desde el primer día, en nuestro stand los pasajeros encontraban la prensa del día anterior, un café a punto y un Ducados o Habanos para deleitarse con un cigarrillo “negro”, que como todos sabemos no los hay en Brasil, y los expositores no lo sabían y no llevaban stock.

Adicionalmente todas las mañanas íbamos stand por stand a repartir la prensa que nos acababa de llegar de España.

Amén de otras atenciones, encuentros, apoyos, informaciones, nuestra constante entrega destaco en detrimento del equipo llevado de Portugal por Iberia, la otra compañía asistente, y con sólo un espléndido stand.

A los primeros días pedimos algo para aliviar el dolor de pies, más teniendo en cuenta que visto los contactos que habíamos conseguido, se determino que seguiríamos hasta el final, y el segundo turno vendría a darnos soporte, como así fue.

Un rotundo éxito que nos comporto recibir infinidad de escritos de felicitación.

Yo por mi parte no creo que nunca olvide aquellos días vividos.

1 comentario:

cristina dijo...

Estoy realmente alucinada..cómo es posible que te acuerdes con tanto detalle de todo..es una maravilla revivirlo con ese lujo de detalles. FELICIDADES!