1983

Se acabaron los momentos felices, ahora a volver a la realidad, y la realidad es que estamos envueltos en la crisis, que nosotros por los motivos obvios que vivimos el año pasado habíamos olvidado. Las consecuencias no se hicieron esperar y la primera fue reducir la plantilla en un 10%, lo que a nosotros nos representaba 1 persona, y el criterio, siempre el más conveniente a la economía de la empresa, y no a sus propios intereses, despedir al último en entrar, sin valorar si es el más conveniente o no, este es el problema del Gerente, en este caso le toco a Juan Coll, aunque afortunadamente y entre todos le encontramos un trabajo, una suplencia maternal, algo es algo.

En la primera reunión me lleve unos apuntes, que están en los documentos de la época, donde hacia una serie de reflexiones sobre el pasado y lo que estaba pasando, pero habíamos entrado plenamente en la etapa Rubel Thomas y de nada valían las opiniones de las Gerencias.

Por otro lado se fueron barajando los comentarios de un próximo vuelo desde Barcelona, basándonos en el porcentaje de embarques de pasajeros superiores al 35% y con más del 80% de la carga que manejaba España, inclusive había una fecha prevista, 24 de junio, y los datos eran ciertos, ya se habían establecido horarios en le reunión de rutas, por cuyo motivo se celebro en Barcelona.

Posteriormente Aviación Civil Española mando un escrito a su homónima en Brasil indicando que el tema tenía que ser tratado en una reunión conjunta y no podían autorizar la operación por el momento.

Eran incesantes las felicitaciones que se recibían de empresas, particulares, organismos oficiales y de nuestros propios colegas felicitándonos por el excelente servicio de Varig, por las atenciones recibidas a bordo, o las que les dispensaban en las distintas delegaciones repartidas por el Mundo, incluyendo aeropuertos.

Ello nos comporto que las autoridades catalanas nos fueran incluyendo en los actos oficiales, inclusión que seria ampliada año a año.

En noviembre de este año se organizo un Fam Trip conjuntamente con el Instituto Boliviano de Turismo, Faucett, ala Oficina Nacional de Turismo de Perú, Cruzeiro do Sul y Varig. El recorrido inicial seria; La Paz, visitando los mayores centros turísticos de la zona, incluyendo el lago Titicaca, Cusco, Machu Picchu, Lima y finalmente Rio de Janeiro.

Esta seria la forma de ofrecer a los principales operadores españoles la opción de realizar un circuito triangular, finalizando en Rio como descanso al viaje.
Nuestro viaje nos lleno de sorpresas, empezando que el primer día y después de ser acompañados por las autoridades locales del turismo boliviano a la invitación a una cena, nosotros estábamos rotos, el vuelo transatlántico, la altitud con el consabido soroche, pero no era cosa de hacer un feo, total que antes de terminar la cena, se despidieron de nosotros, y la mayor sorpresa fue al llegar la factura de la cena, que ellos no habían abonado. Afortunadamente era un coste “miserable” y teníamos dinero en nuestros bolsillos para pagarlo.

Al día siguiente nos informan que hay una huelga general en el país y que no podemos hacer las excursiones previstas. Por nuestra cuenta nos dedicamos a realizar la visita a la ciudad y el centro de Tiwanaku, mientras se resolvía el tema de la huelga.

Nuestra sorpresa fue cuando llegamos al hotel encontrarnos con José Pérez de Viajes Baixas que se bajaba de un taxi, hablando nos comento que regresaba del Lago Titicaca, que había pagado el doble al taxista (como 250 Ptas. 2 €) y no habían tenido problema alguno en el recorrido.

Lo comentamos al personal de turismo, su respuesta fue, que era muy peligroso porqué la carretera estaba bloqueado en algunos tramos y había piquetes.

Total que decidimos ir por nuestra cuenta, y si ciertamente encontramos la carretera cortada, en el altiplano todo es una enorme llanura, con una mancha negra que es el asfalto, o como se le llame, allí había una o dos “cholitas” sentadas a ambos lados de la carretera y habían puesto montoncitos de piedras en medio del asfalto, la “pericia” era salir de la carretera y volver a entrar, así de fácil. Total completamos la visita a Copacabana, la Isla de los Uros, el valle de la Luna….

Al día siguiente debíamos salir por la tarde hacia Cusco, pero dijeron que esta tarde se resolvía y se reanudarían los vuelos, versión totalmente opuesta a la que nos facilitaba nuestro Gerente de Cruzeiro, total que decidimos encerrarnos en el autobús que teníamos a la puerta del hotel, y que no usábamos para realizar una protesta.

Curiosamente, y quizás porqué estábamos en un lugar céntrico, al poco rato teníamos emisoras de radio y televisión alrededor nuestro, y se decidió realizar una rueda de prensa y comentar el porqué de la protesta.

Comentamos en la misma el trato que habíamos recibido por las autoridades, que teníamos un compromiso con las autoridades peruanas de llegar aquella tarde y que queríamos que el Instituto tomara providencias para llevarnos hasta Cusco.

Pocas horas después los responsables del Instituto nos informaron que tenían un autobús que nos llevaría a Copacabana, allí tomaríamos el Hidro hasta Puno donde nos esperaría un autobús que nos llevaría a Cusco viajando toda la noche, cosa que aceptamos, no sin cierto recelo.

Todo fue perfecto hasta llegar a Puno, donde nadie nos esperaba y nadie sabia nada de nosotros, visto el nuevo engaño, decidí tratar de alquilar taxis que hicieran el trayecto, y fácilmente lo conseguí, no sin verificar primero ruedas, ruedas de repuesto (todos los coches llevaban en la vaca dos o tres de recambio, había que ver la carretera para entenderlo), precio, etc. Marque la condición de que todos viajaríamos juntos y que cobrarían al fin al del viaje, estira y afloja y al final todo OK, cargamos maletas, tal como nos venían y nos acomodamos en nuestros vehículos, tres en cada uno, para ir cómodos, teniendo en cuenta que el precio no era elevado (unos 1.500$ por los 4 taxis) y si pasaba algo podríamos acomodarnos en tres taxis.

Justo al salir de Puno, y empezando a oscurecer, los taxis que iban frente nuestro desaparecieron y nos quedamos solos. Al poco el chófer se bajo y se coloco una especie de pelele y siguió viaje. Al poco entendimos el porqué, al avanzar la noche el frio en el coche se iba convirtiendo en algo insoportable, al reclamar al conductor, nos dijo que el taxi no llevaba aire acondicionado, que los coches (americanos) los recibían sin este equipamento, por lo ellos llevaban el dichoso pelele, además las ventanillas no se pueden cerrar herméticamente, porqué de lo contrario se empañan los cristales. Total que nunca en mi vida llegue a pasar tanto frio.

Nos acomodamos los tres en el asiento trasero, nos juntamos al máximo, y comenzamos a bebernos una botella de whisky que Manuel llevaba en su bolsa, nosotros viajábamos con ropa de verano, para ir en avión, pantalón ligero, camisa de manga corta y punto, y el equipaje de nuestro coche, no era el nuestro, nadie pensó en poner cada cosa en su sitio, si total viajaríamos juntos.

No volvimos a encontrarnos hasta el amanecer en el valle del Urubamba, tras pasar una noche cerrada, sin pasar por población alguna, sin distinguir una puñetera señal de tráfico, ni ver ninguna señal de vida, pasando frio y casi pánico, pero el valle los devolvió la vida, un paisaje maravilloso, verde con ríos, una fuente de vida.
A las pocas horas llegamos a Cusco y tras un largo baño de agua caliente y un copioso desayuno, volvimos a la realidad, con el ofrecimiento del Turismo peruano que ellos correrían con los gastos de los taxis, ya que había pasado por querer llegar a Perú y fue un recorrido en su país.

Nuestro viaje acabo felizmente bien, a nuestra llegada y presentada la queja a la oficina del Instituto Boliviano de Turismo, nos respondieron al poco que nos serian reembolsados todos los gastos, cosa que nunca sucedió, así como tampoco por parte de Perú, obviamente.

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